lunes, 21 de abril de 2014


Continuará...


Ya ha pasado un tiempo desde que acabaron las Jornadas de Contrapsicología y Antipsiquiatría y, una vez asimilado todo el trabajo, ilusión y satisfacción surgidas de ellas, nos gustaría retomar algunas cuestiones que expusimos desde el colectivo L-Mental como inspiración del proyecto, en base también a cómo lo presentamos.

Este proyecto nació de la inquietud del colectivo de estudiantes de la facultad de Psicología de la UCM, L-Mental, en el que compartimos una visión de la universidad como un espacio de aprendizaje más allá de lo académico. Creemos que la facultad necesita un espacio de crítica, de reflexión, de creación de tejido social y de construcción de aprendizaje colectivo y de otro tipo de experiencias más allá de las aulas.

Hablamos de colectivo y no de asociación puesto que somos autogestionadxs y asamblearixs, al margen de la institución de la universidad, y creemos en esta forma de trabajo.

Si os interesa conocernos, así como los proyectos que tenemos en marcha, que creemos que nos definen mejor que cualquier otra cosa, os animamos a hacerlo; y más que esto, os animamos a participar, puesto que las asambleas son completamente abiertas.

Llevamos años saliendo de clase “sangrándonos los oídos” por cosas que escuchamos que no cuadran en nuestras ideas ni en nuestras cabezas; así, empezamos a reflexionar y a hablar entre nosotrxs y fuimos conociendo gente que había puesto contenido teórico y práctico a lo que veníamos planteándonos y cuestionándonos. De esta manera, pensamos en canalizar nuestra rabia y energía e intentar llevar a la práctica y materializar estas ideas que nos rondaban la cabeza en algo concreto, y de ahí el proyecto de las jornadas. 
Vemos necesario, así, abrir una brecha en lo que nos transmiten en este contexto de la Universidad y sus aulas, a veces casi dogmático. También en este sentido agradecemos a la facultad, y a muchxs profesorxs de ésta, que no nos hayan hablado de algo diferente, porque así hemos tenido la oportunidad de autogestionar nuestro propio aprendizaje y/o conocimiento de y para nosotrxs.

En esta línea, entendimos estas jornadas no como un ciclo de conferencias unidireccionales, sino como un espacio de pensamiento colectivo, un punto de encuentro de intercambio de ideas y experiencias. Renegamos de la estructura ponente - receptor pasivo, por lo que nos intentamos adueñar del lugar, por ejemplo ignorando el escenario, para hacerlo lo más horizontal y “de igual a igual” posible.
El descontento del que hablamos, esas ideas por las que muchas veces nos “sangran los oídos”, nos lleva a plantearnos cuestiones como:
¿Qué hay de terapéutico en la relación vertical y de poder entre profesional que sabe todo sobre el sufrimiento, y el/la que realmente sufre?
¿Qué hay de terapéutico en la privación de libertad?
¿Qué hay de terapéutico en la muerte civil de individuos mediante la incapacitación?
¿Y en culpabilizar de baja autoestima a una mujer presionada socialmente para ajustarse al modelo social de belleza?
¿Y en poner parches químicos y/o conductuales en vez de buscar la raíz de ese sufrimiento psíquico?
¿Qué relación tiene con lo terapéutico la producción empresarial en la selección de personal y el marketing?
¿Qué hay de terapéutico en contener, encerrar y medicar a chavalxs, en vez de empezar por escucharles?
Consideramos que no existe una forma de ejercer la psicología que sea objetiva y neutra, sino que todo conocimiento teórico y práctico está bajo un contexto político y social, y no podemos ignorarlo. Por ello entendemos que sólo existen dos formas de ejercer nuestro trabajo: sirviendo al sistema (a veces también llamada neutra); o sirviendo a las personas. Nosotrxs nos posicionamos con y desde estas últimas.
Sin embargo, la psicología hegemónica, la que se enseña en las facultades y se práctica mayoritariamente, pretende intervenir sólo con el individuo “con síntomas”. Al centrarse sólo en esto, deja intacto el contexto en el que se origina, individualizando así los problemas, e ignorando la raíz y circunstancias sociales implicadas en lo psicológico. De esta forma,  culpabiliza, estigmatiza y excluye a la persona “loca”, “desviada”, “rara”, “problemática”, sin plantearse las circunstancias sociales enfermizas en las que viven, o más bien  vivimos.
Creemos que en estas prácticas puede haber incluso buenas intenciones pero, como decíamos, es necesario ser consciente y tomar partido, porque si no podemos convertirnos en cómplices y replicadoras de valores e ideas que nada tienen que ver con lo terapéutico, sino con el mantenimiento del orden institucional y social.
En definitiva, no encaja de ninguna manera en la pretensión de terapéutico algo que no considera la autonomía, la capacidad, la voluntad, la propia gestión, la libertad y el interés de la propia persona; ni por supuesto algo que no trabaja en y desde su contexto.
Estas preguntas que planteábamos son las nuestras, seguramente todas tengamos algunas; por tanto, planteemos, cuestionemos y construyamos respuestas.
Partiendo de esto, nos parecía importante dar cabida al finalizar las jornadas a un encuentro que llamamos “Asamblea en marcha”, para integrar ideas y como chispa para construir redes y un posible proyecto entre todxs.

Como sabéis, de esta “Asamblea en marcha” surgió un nuevo proyecto al respecto, que ya lleva trabajando dos asambleas desde entonces. A todxs aquellos que estéis interesadxs, os animamos a participar en ello, la próxima asamblea es el jeves 24 de abril a las 16.30h en la Plaza de Cabestreros.

Nos gustaría aprovechar para dar todo nuestro apoyo a este nuevo proyecto, que creemos surge de la ilusión de muchas personas por trabajar en hacer frente a las maneras de la psicología hegemónica y la búsqueda de alternativas para afrontar el sufrimiento psíquico, así como en crear formas de generar verdadero bienestar psicológico.
Las Jornadas de Contrapsicología y Antipsiquiatría simplemente brindaron un espacio de encuentro de estas ganas y energía latente en muchas personas, que pudiese servir de impulso para un futuro proyecto colectivo autónomo entre éstas; y ahora con la asamblea ya trabajando, se ha convertido en una realidad presente.

Aprovechamos también para dar las gracias de nuevo a todas las personas que participaron en la construcción de las jornadas; desde las individualidades que echaron una mano prestando material o repartiendo trípticos por su barrio, hasta todas y cada una de las personas que se desplazaron, incluso desde lejos, para compartir con todxs su experiencia y encauzar los temas del programa, así como a colectivos como el local anarquista Magdalena, que nos apoyó mucho desde el principio, o los centros sociales ocupados y autogestionados “La Gatonera” y “La Quimera de Lavapiés”, que dieron cabida a los eventos de presentación y autofinanciación de las jornadas.
Igualmente, agradecemos a todxs lxs que asististeis a cualquiera de las sesiones, participasteis compartiendo vuestras ideas y experiencias y que, en definitiva, disteis vida al proyecto.

Con este texto despedimos con satisfacción las “Jornadas de Contrapsicología y Antipsiquiatría. Llegó la hora de ajustar cuentas con quienes deciden quién es normal y quién no lo es”, aunque no sin antes animaros a, si os apetece, seguir utilizando este espacio para compartir inquietudes, material, información y convocatorias respecto a la contrapsicología y la antipsiquiatría.

Por último, deciros que seguimos gestionando el material audiovisual sobre las jornadas, y que en cuanto esté, lo publicaremos para toda aquella persona que quiera acceder a él, tanto en el Facebook como en el blog de las jornadas:


Si a alguien le interesa alguno de los contactos:

-       Colectivo L-Mental: lmental.asociacion@gmail.com (Local de al lado de la secretaría de la facultad de Psicología, en el campus de Somosaguas de la UCM)
-       “Asamblea de contrapsicología”: contrapsico@gmal.com



Un abrazo


Colectivo L-Mental

1 comentario:

  1. Lo que no me gustaron de las jornadas fue el buenrollismo y el postureo típico de los movimientos sociales que quedaron en evidencia sobre todo el último día con el taller (o lo que fuera esa cosa) de la Asamblea de majaras que resultó algo tipicamente sistémico y la "asamblea en marcha", a la que no me pude quedar pero por lo que leí luego era el esperado popurrí sin finalidad ni objetivos claros .. Desgraciadamente no creo que pueda salir nada útil de esa asamblea si procede de los movimientos sociales y no de los propios afectados. Si se empeñan en hablar en femenino, en meter el rollo "queer" y demás zarandajas, no llegará a ningún lugar efectivo ni terapeutico..Me quedo más con la experiencia de los grupos de apoyo mutuo.

    ResponderEliminar